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Una fuerte nevada caerá este viernes sobre Colorado, en el oeste de Estados Unidos, un día después de que incendios forestales alimentados por vientos huracanados destruyeran cientos de casas y obligaran a evacuar a decenas de miles de personas.

El Servicio Meteorológico de Estados Unidos (NWS) ha colocado a parte de este estado montañoso bajo alerta de tormenta invernal y prevé nevadas durante los próximos días.

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"Hará mucho frío en el cambio de año esta noche" y "la nieve caerá sobre la mayor parte de la región (de Denver) a medianoche", tuiteó el viernes por la mañana el NWS de Boulder.

Los copos de nieve aliviarán a la población después del infierno vivido por el "Marshall Fire", que asoló la zona y obligó a evacuar a por lo menos 33,000 personas el jueves.

Por la noche las llamas tiñeron de naranja el cielo y las ráfagas de viento de hasta 160 km/h barrieron la región, complicando el trabajo de los bomberos que intentaban apagar el fuego de una intensidad inusual para la temporada.

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Las autoridades locales levantaron por la noche algunas de las órdenes de evacuación.

Pero sigue estando prohibido el acceso a localidades como Superior, con 13,000 habitantes. "Nadie tiene derecho a entrar en la ciudad en estos momentos", advirtió el ayuntamiento en Twitter.

Patrick Kilbride, de 72 años, estaba trabajando cuando recibió la orden de evacuación. Solo pudo salvar su coche y la ropa que llevaba puesta, lo demás, es decir la casa en la que vivió tres décadas, quedó reducido a "cenizas", contó él mismo al diario Denver Post.

En Louisville, con 20,000 habitantes, se ha ordenado a la población hervir agua del grifo o emplear agua embotellada para uso doméstico. La ciudad combate las llamas con agua no potable.

Sequía histórica


Hoteles, centros comerciales y más de 650 hectáreas quedaron asolados en el condado de Boulder, una ciudad de 100,000 habitantes a unos 50 km de Denver, la capital del estado.

A diferencia de otros incendios, éste alcanzó los suburbios y no se redujo a las zonas rurales.

"Unas 370 viviendas de los alrededores de Sagamore fueron destruidas. Y es posible que 210 casas quedaran destrozadas en la zona vieja de Superior", declaró el jueves el sheriff del condado de Boulder, Joe Pelle.

Como gran parte del oeste americano, Colorado, un estado árido, sufre desde hace años una sequía excepcional.

Con el calentamiento global, es probable que la intensidad y la frecuencia de los episodios de sequía y de olas de calor aumente aún más, creando condiciones que favorecen los incendios forestales.

En los últimos años, el oeste americano ha sufrido incendios sin precedentes, sobre todo en California y Oregón.

Para Daniel Swain, meteorólogo de la universidad de UCLA, "cuesta creer" que estos incendios ocurran en diciembre. "Pero tome un otoño de calor y sequía récord, con solo dos centímetros de nieve en lo que va de temporada, y añada una tormenta con ráfagas extremas y el resultado serán incendios extremadamente peligrosos que se desplazan muy rápido", tuiteó el investigador.

Más allá de los incendios, Estados Unidos ha sufrido recientemente otros fenómenos extremos, como el paso de la tormenta Ida en Nueva York y Nueva Jersey en septiembre y tornados mortales en diciembre en Kentucky. Por el momento se desconocen si estos últimos están vinculados al calentamiento global.